¿Qué mujer llevó el primer bolso en la historia?

El bolso es el accesorio femenino más usado, y es más antiguo de lo que pueda llegar a parecer. Es un complemento práctico, elegante y cómodo que ayuda a las mujeres a transportar sus pertenencias de una forma sencilla y atractiva. La historia del bolso se remonta a las inscripciones jeroglíficas de los egipcios. En sus paredes ya plasmaban el diseño de un bolso sostenido por una mujer. Consistía en una bolsa hecha con cuero que se podía llevar atada a la cintura o colgada de los hombros, lo que hoy en día sería una riñonera o un bolso bandolera. Y en la Antigua Grecia, las mujeres transportaban en un bolso limosnera los aceites aromáticos para sus tradicionales baños.

La historia demuestra que la mujer y el bolso han estado siempre unidos. Y es que la versatilidad de este ha hecho que desde los comienzos de las civilizaciones la mujer haya buscado la forma de usar este accesorio. Estas primeras mujeres fueron anónimas, pero algunos de los primeros bolsos de lujo que se conocen actualmente tienen nombre y apellidos de mujer. Uno de ellos literalmente. Estos son el Speedy, el mítico bolso con asa de Louis Vuitton y el Kelly, de Hermès, un bolso de mano de piel exclusiva, que también puede llevarse como bolso bandolera.

El primero de ellos, Speedy, fue diseñado en los años 20 pero no salió a la luz hasta el año 1933. Fue diseñado para convertirse en un bolso básico, funcional y todoterreno, por su tamaño, forma y cierre. Fue confeccionado en piel flexible resistente e impermeable. Su primera versión se estampó con la lona Damier -el mítico damero de Vuitton-, aunque más tarde fue sustituido por el Monogram de iniciales entrelazadas que actualmente es sello de la maison. En 1965, Audrey Hepburn encargó una versión de menor tamaño de este diseño, y desde entonces, el Speedy 25 se convirtió en el bolso de la actriz. 

El Kelly, uno de los bolsos más prestigiosos de la historia, fue creado en 1937 por Robert Dumas con el propósito de romper la hegemonía de los bolsos de tamaño reducido y convertirlo en un accesorio funcional. Está realizado a mano utilizando las mismas técnicas tradicionales del diseño de las sillas de montar, la primera pieza que creó la firma. Destaca su característica forma trapezoidal, su base rígida, el candado o la Clochette, la pieza de cuero que protege la llave. Su verdadero éxito llegó en 1956 cuando Grace Kelly lo utilizó para tapar su embarazo ante los fotógrafos, convirtiendo el bolso en un icono mundial y adoptando este el nombre de la princesa de Mónaco .  

Las mujeres que llevaron el primer bolso fueron las egipcias y las griegas. Vieron en él el complemento perfecto. Siglos más tarde, mujeres como Grace Kelly o Audrey Hepburn convertían en oro todo lo que tocaban, como los bolsos. Gracias a ellas convirtieron este accesorio en un icono mundial.