Eternas inspiraciones: un paseo por el mundo de Dalí
Regresamos atrás en el tiempo y le hacemos una visita a esta personalidad del mundo del arte: Salvador Dalí. Para Lafloïd, las grandes figuras del pasado que tanto aportaron a la historia y ayudaron a construir nuestro mundo de hoy en día, se mantienen como fuente de inspiración. Esto no quiere decir que nos distanciemos del presente, el día a día es nuestra fuente más relevante a la hora de elaborar nuestras obras, pero el ayer sigue siendo una enciclopedia abierta en la que nos gusta sumergirnos de vez en cuando, recordar nuestros orígenes y tomar ideas. Salvador Dalí, en particular nos interesa, porque forma parte de nuestra narrativa. Su mundo fue el escenario donde se dieron los primeros encuentros que darían origen a Lafloïd, y él mismo nos aporta un sentido estético y una forma de ver el mundo que nos encanta.
Salvador Dalí es uno de los máximos representantes del movimiento surrealista, uno de los movimientos modernistas que surgen después de la primera guerra mundial en Europa. Una Europa devastada, que veía su realidad con diferentes ojos y que buscaba nuevas formas de expresar su manera de pensar. Los surrealistas se enfocaron en explorar el mundo interno de las personas, “la psique” y el inconsciente, que llevaban años abandonados. Veían los sueños como un territorio donde los individuos se podían mover sin las restricciones impuestas por la sociedad y ellos mismos, y acceder a zonas reprimidas tanto a nivel personal como colectivo.
Las obras de Dalí requieren imaginación para entenderlas, puesto que son irracionales, sin una única lógica o explicación evidente que podamos percibir una vez las observamos. Eso sí, te hacen sentir, reflexionar y son capaces de transportarte a otros mundos. La postguerra es una época mágica a nivel artístico puesto que fue una especie de revolución cultural, incontables movimientos como el Dada, el cubismo, el expresionismo y el futurismo, que constituyeron el arte moderno, tenían a sus respectivos participantes, artistas, poetas y filósofos, que se basaban en su respectivo manifiesto para llevar a cabo sus movimientos. Todas estas figuras habitaban en las mismas ciudades, Paris siendo el epicentro, y se reunían en cafés y otras localidades para discutir su forma de ver el mundo.
De alguna forma, todos estos artistas estaban vinculados, se conocían entre sí y compartían mucho más que un aislado periodo histórico, lo que hace este periodo artístico un poco más emocionante. Por ejemplo, personajes mágicos como Gala, musa de varios artistas, entre ellos Max Ernst, y esposa de dos de ellos: Paul Éluard y el mismísimo Dalí. O Luis Buñuel, con el que realizo la película Un chien andalou, o René Magritte, amigo común de todos. Tirando de uno de estos personajes, te ves involucrado en la vida de muchos más.
Aunque breve, esperamos que esta corta visita al mundo de los modernistas haya servido como motivación para explorar más en profundidad sus obras tanto artísticas como literarias, y a otro sin fin de personajes, que dieron forma a aquel mundo surrealista. Solo en Madrid, hay exhibiciones permanentes en museos como el Thyssen-Bornemisza, el Prado o el Reina Sofía donde puedes indagar de forma personal acerca de esta época. En Lafloïd disfrutamos de estas escapadas a menudo, y las recomendamos para todos los que sientan interés por la moda y el arte fuente inequívoca de inspiración.